Esta medida iría acompañada de una bajada a 90 km/h en carreteras convencionales.
La DGT planea un cambio en las velocidades en autovías y carreteras convencionales. Con este nuevo reglamento se busca reducir la mortalidad. El cambio es debido a que las carreteras convencionales lideran este índice y se piensa que a través de este cambio se puede reducir este número. Por el contrario en determinados puntos de las autovías se pretende permitir la subida a 130 Km/h con el fin de conseguir una mayor fluidez en carreteras de mayor calidad.
Tras varios estudios y encuestas realizadas por la propia DGT 8 de cada 10 conductores estarían a favor de ampliar el límite de velocidad, especialmente en autovías. Aun así la DGT matiza a través de una de sus cabezas visibles, María Seguí: «Se podrá autorizar un aumento de la velocidad en las autopistas en aquellos momentos en que las condiciones sean las adecuadas».
El caso de las carreteras convencionales, es diferente, a pesar de que menos de la mitad de los encuestados está de acuerdo la medida se aplicará. Y es que, el 70% de las muertes en accidente se produce en este tipo de carreteras, por lo que se está estudiando la posibilidad de hacer una reducción incluso mayor.
No obstante el requisito fundamental de estas medidas serán las circunstancias, como el tráfico, clima, estado de las carreteras etc. Es decir, no será una medida uniforme para todas las autovías y carreteras. También se establecerá una medida en la que ante la presencia de ciclistas habrá que reducir la velocidad, además de, por supuesto, mantenerse la distancia de seguridad en el adelantamiento. Con el paso del tiempo y los debidos estudios conoceremos si estas medidas han conseguido o no sus objetivos.
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