A la hora de circular con un vehículo, este debe de haber pasado por una serie de pruebas para determinar que es completamente seguro y que en el caso de que se produzca algún tipo de accidente, aplicará todas estas medidas para evitar, en lo máximo posible, que el impacto pueda ser catastrófico.
A medida que va pasando el tiempo, van apareciendo nuevos dispositivos de seguridad para los coches que van dejando obsoletos a los antiguos o bien van evolucionando a medida que avanzan también las nuevas tecnologías.
Estos dispositivos se pueden clasificar en Seguridad Activa y Seguridad Pasiva. Aunque todos son importantes, los primeros son aquellos considerados como imprescindibles y los que primero se revisan en la inspección técnica del vechículo (ITV), por lo que los vamos a detallar a continuación.
Dispositivos de seguridad Activa de un coche
Sistema de control de estabilidad (ESP): Este sistema ha sido diseñado para aumentar el control que el vehículo tiene sobre su trayectoria en situaciones complicadas. En el momento en el que se hace un giro a alta velocidad, este sistema se activará, reduciendo la velocidad en las ruedas traseras o delanteras, corrigiendo los diferentes desplazamientos transversales que se puedan llegar a producir. En definitiva, tiene como objetivo estabilizar el vehículo cuanto antes cuando las cosas se ponen complicadas.
Sistema de dirección: Pensado para convertir el giro del volante en el momento de las ruedas del vehículo, logrando el tipo de conducción deseada, minimizando el riesgo de accidentes por un mal control.
Sistema de suspensión: Nos proporciona confort y seguridad mientras estamos conduciendo el vehículo.
ABS (Sistema antibloqueo de ruedas): Imprescindible también para minimizar el riesgo de accidente; pensado para que las ruedas puedan reaccionar de forma rápida cuando más falta nos haga, evitando que se nos puedan llegar a bloquear.