El filtro del aire es uno de los elementos más importantes dentro del funcionamiento de un motor. La capacidad de filtración del aire será lo que determine qué podemos esperar del mismo a corto, medio y largo plazo.
Para el motor, el aire es el oxígeno que necesita para quemar el combustible. De ahí que sea tan importante que el aire esté limpio y libre de partículas de polvo, arena, tierra, etc. Hay que tener presente que éste aire circulará e irá directo al cilindro del motor para la quema de combustible, por lo que, si el aire tiene algún tipo de partícula, irá directa al motor del vehículo.
Una de las consecuencias más comunes que provoca que el aire no este filtrado es un innecesario mayor gasto de aceite. Por eso es trascendental cambiar el filtro del aire, que es el elemento que hace que el aire que pasa al motor esté limpio.
El momento de cambiar el filtro del aire
No hay una cifra exacta que nos indique que ha de cambiarse el filtro del aire, ya que dependerá de las condiciones donde opere el motor y del uso del vehículo. No es lo mismo un vehículo que circula sólo por ciudad a otro que trabaje en una zona rural, donde los caminos son más polvorientos, por poner un ejemplo.
La mayor parte de los fabricantes recomiendan revisiones periódicas a partir de los seis mil kilómetros y, por lo general, recomiendan un cambio de filtro de aire entre los 10 y 15 mil kilómetros. Hay que destacar que por limpiar el filtro del aire no se retrasa el cambio del filtro. De hecho, no es aconsejable que lo limpies si es de papel.
Si quieres saber si el filtro está realizando su función sin ir a hacer una revisión, puedes comprobarlo poniéndolo a contraluz. Si consigues ver luz por el material filtrante significará que el filtro sigue haciendo su función.
Por último, es importante resaltar que la capacidad que ha de tener un filtro de aire debe estar por encima del 98%.